No me sabe el alma a nada,
Un puñal, atravesó mi cuerpo,
Y se hendió en mis entrañas
Cortando el aire y el viento.
Ya no me quedan lágrimas,
A Miguel, ya lo han muerto,
Lo llevaban cuatro hombres
Por los campos ya desiertos.
¿Dónde tu sepulcro hallar?
¿Dónde enterraron tu cuerpo?
Que con rosas y guirnaldas
Atravesando los huertos,
Iré a buscarte con palas
Caracolas lluvia y viento.
La tierra donde estercolas,
Abonará mis recuerdos.
Y al llorar mis desventuras,
Me sentiré el hortelano,
Que cavando con sus manos,
Desenterrará tus huesos.
Te contaré mil anhelos,
Y juntos en primavera
Volveremos a los huertos,
Treparemos por higueras
Vuelva el arrullo a la tierra,
Con madre selva y romero.
Y con colmenas y abejas
A la luz de las estrellas
Entre cabras dormiremos.
Miguel amigo del alma,
Vuelve que yo te requiero.
Quiero contarte mil cosas
Mi querido compañero.
Mª Ofelia