No se si era el placer de reunirnos a cenar después de la clase o también había algún cumpleaños por medio, la verdad que estuvo muy bien, que entre todos existe un gran compañerismo y las clases son de lo mas amenas. Hubo de todo incluso el marido de Mª Luisa que es pastelero nos trajo una tarta sensacional. Creo que pasado un tiempo habrá que repetirlo, las cosas buenas no hay que dejarlas aparcadas.
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