sábado, 1 de septiembre de 2012

Los cuatro elementos

                                                                   

Los cuatro elementos



Voy a contaros algo que creo que es interesante:
El mundo está compuesto por cuatro elementos, la acción ejercida por estos elementos da lugar a todo lo existente.
Dichos elementos son: Tierra - Fuego - Agua y Aire. La correspondencia con el ser humano es la siguiente... La tierra: Representa el aspecto físico del hombre (sus necesidades). Su centro fundamental en el organismo es el estomago y su máximo representante, el sistema oseo.
Fuego: Representa la energía vital interna (impulsos y arrebatos). Su centro físico está en los órganos genitales, y rige el sistema nervioso parasimpático. 
Agua: Representa las emociones. Su centro se halla en el corazón y rige el sistema circulatorio.
Aire: Representa el intelecto (los pensamientos) y la mente. Su centro en el organismo es el cerebro, rige el sistema nervioso simpático.
Hay un quinto elemento y está en la capacidad de RAZONAR y en la FUERZA DE VOLUNTAD.
Por medio de él, nos servimos para dominar a los otros cuatro elementos, y mantener un rígido control sobre ellos.
De modo, que en lugar de ser " Los cuatro jinetes del Apocalipsis" de nuestra personalidad, podamos desmoronarla y consigamos que sean "Cuatro pilares de sabiduría". Pues la voluntad es la expresión del verdadero ser, que permanece dormido en nuestro interior.
Para dominar los elementos se tiene que recurrir al "Razonamiento elevado" y tener la certeza de como actuar con cada uno de los elementos en forma controlada.
Os voy a poner un pequeño ejemplo para que podáis entenderlo mejor. Esto se puede aplicar luego a cualquier otra situación.
Pasamos por un escaparate y allí nos mira dulcemente un sabroso pastel. Ahí es donde entra el elemento tierra creando la necesidad de hacer tuyo ese pastel.
A continuación interviene el elemento agua, que te llena de emociones, sabores, olores.
En ese instante entra en acción el elemento aire (para mi uno de los elementos más sutiles y más temidos)... Te envuelve y te llena de excitantes y golosos pensamientos. Y arrasándolo todo entra el elemento fuego, impulsivo, sembrado de arrebatos y cuando te quieres dar cuenta... ¡¡TE HAS COMIDO EL PASTEL!!
¡Pero!, si en ese momento recurrimos  al quinto elemento, empezaremos a razonar, entenderemos que   no debes   comerte el dulce y empleando la fuerza de voluntad conseguiremos controlar y dominar a los demás elementos.
¡¡SUERTE!! A mi a veces aún me falla con los helados.

                                                                                                                    Mª Ofelia









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