Estaciones
Su cuerpo yacía
desnudo junto al mío sobre un manto verde. La primavera asomaba su
sombrero florido y la juventud también afloraba en nuestros
cuerpos.
Un ardiente sol nos
quemaba al igual que lo hacían nuestros deséos, cubriéndonos el
torso de besos y haciendonos sentir placeres calientes como el
tiempo.
Volví el rostro, me
encontré con ella, sobre la almohada reposaban unos cabellos de
plata y una actitud serena, los años se habían ido adueñando
lentamente de su cuerpo, como las hojas abandonan el árbol,
desnudándolo al viento.
Sentí frío, me
pareció estar cubierto de hielo. Miré al cielo...Y solo vi una tapa
de roble negro.
Mª Ofelia
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