El botón
Pablo había perdido un botón de su chaqueta y recorría desesperado el parque. Los últimos rayos de sol arañaban el horizonte. Algo rozó su hombro y al girar la cabeza, se encontró con la cálida mirada de una niña, ojos de color miel y una larga trenza que se deslizaba por la espalda, hasta alcanzar su minúscula cintura.
_¡Hola! - Dijo al muchacho _ ¿Estás buscando algo?
_ Sí, un botón de mi chaqueta.
_ Puedes comprarte otro.
_ Mis botones son especiales, pertenecieron a mi abuelo. Mis padres no me perdonarían si pierdo alguno.
_ ¿Como te llamas?
_ Me llamo Pablo...¿ y tú ?
Con mirada rápida la niña recorrió el césped. Se agachó, y con una amplia sonrisa, le mostró el botón que acababa de encontrar.
Un suspiro de alivio, brotó desde el libro del alma de Pablo. - Y mientras abrazaba agradecido a la niña exclamó.
_¡Milagro!
_ ¿Como lo has adivinado? Dijo la pequeña, con voz dulce.
_¿El qué? - Respondió Pablo.
_ Mi nombre.
La noche llamaba a la puerta y sus risas resonaron por todo el parque.
Mª Ofelia
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