Atardecer
Un atardecer de cálidos colores, pintaban el horizonte. La diosa blanca y redonda brillaba en el cielo. Algunas brujas negras, danzaban envidiosas a su alrededor, intentando cubrirla. Las montañas guardaban los secretos de la noche y como fantasmas rompían el azul del cielo. Entre sus cuevas algún animalillo corría a refugiarse. La carretera ondulante, se perdía en el misterio. En una de sus curvas agazapada, esperaba la muerte. Era consciente, de que algún conductor ebrio, rompería el silencio, al salirse de la carretera y precipitarse al abismo. Entonces, ella iría a buscarle y le cubriría con su manto de azabache.
Mª Ofelia
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