Las hojas de un cuadernillo con ansias de ser escritas, me gritaban ¡Por favor cubre de letras mis láminas blancas! ¡da vida a estas paginas que con pequeños susurros te aclaman!
Las ideas se agolpaban en mi volátil mente, que yo intentaba atrapar para luego con audacia plasmarlas.
¡Pero corrían tanto! ¡Eran tal sus ansias! Que mi cabeza, repleta de pensamientos confusos, que queriendo salir surgían, como primicias del alma.
Dejé dormir a mis musas, dejé que mi espíritu descansara, y así más tarde, sin prisas, sin ideas perturbadoras , que enredaran como duendecillos mis anhelos, me recosté y mientras el luminoso sol de la mañana me bañaba, empecé a referir todas mis andanzas.
Quiero contaros mil cosas, cosas que ahondan mi alma.................... ...
Mª Ofelia
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