Un año más se aproxima el final de curso y un año más me alejo momentanéamente de mi ordenador.
Todo ha ido muy apresurado, no hemos tenido tiempo practicamente de ensayar, no se si llegó a tres días que Mª José y yo, mi compañera de escena, nos reunimos y así casi todos los demás.
Yo estuve a punto de tirar la toalla, pues no era lógico que aprendiera en 15 días aproximadamente, un poema, una escena y la interpretación corporal (los payasos).
Cuando se lo dije a Tamarit, el me miró y me dijo "Tu puedes" fue como un soplo de aire fresco, y me puse inmediatamente a la faena, pero el día se acercaba y el soplo se acababa.
Si os fijáis en este cartel el payaso locuelo que sale a la izquierda, soy yo.
Tengo un vídeo que aun no he podido sacar, pero cuando lo tenga listo prometo subirlo. (Si se hacerlo). Me olvidé la maquina de fotos y solo tengo dos o tres un tanto cutres, pero como dice el refrán "A falta de pan buenas son tortas" Quizás alguien me pase alguna.
Quiero que sepáis que se estropeó el aire acondicionado, y que el día antes por poco se suspende todo por falta de alumnos.
Enfín el desastre se cernía sobre nosotros, tuvimos que actuar con las puertas del teatro abiertas, percibiendo todos los ruidos del exterior. A mi me dio una medio lipotimia del calorazo que hacía.
¿Pueden suceder más cosas? PUES SÍ con la falta de tiempo como el escenario había estado ocupado días antes, no les permitió medir la duración ¡Y nos pasamos un pelin bueno yo diría pelón!
Sergio se portó como un jabato, pues le toco organizar y cargar con la dirección de casi todo.
Y al final todo salió bien ¿parece mentira verdad?
Pero todos mis compañeros son geniales y pusieron toda la carne en el asador.
Me cuidaron me animaron y yo también salí a por todas. Y como en casi todos los cuentos. Tuvimos un final feliz y disfrutamos todo lo que pudimos. Y colorín colorado esta historia ha terminado.
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