domingo, 28 de octubre de 2012



Ayer sábado, mi marido y yo fuimos a dar una vuelta por el Albir. Una vez allí nos acercamos a ver  la que hace años fue nuestra casa. El chalet estaba precioso, cuantos recuerdos nos trajo, cuantas vivencias dejamos en esa casa. Nos encantó ver como lo tienen de cuidado, han cambiado algunas cosas, han crecido algunos árboles pero está cada día más guapo. En estas ocasiones te entran ganas de llamar a la puerta y pedir que te permitan dar un paseo aunque solo sea por el jardín. Pero te aguantas las ganas y sigues adelante. Aún recuerdo como en verano siempre teníamos amigos que venían a pasar las vacaciones con nosotros, Las cenas en el jardín, mis hijas jugando con los perros y con amigos. el alboroto, las risas.
Pero la vida pasa y así pasamos nosotros discretamente por la puerta dejando atrás tantas memorias. Al pasar por una cafetería entramos a tomar un refresco. Me encantó, estaba decorada toda en blanco y negro, y las fichas de dominó lucían pintadas por todas partes, incluso en el aseo , lo encontramos muy acogedor. Su nombre lógicamente  era "Dominó"
Me encanta el Albir y sus cafeterías casi todas tienen un sello muy especial.

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