Hoy he estado en su casa. Y he notado su presencia por todas partes ¡He recordado como aún no hace mucho! recorría todas las estancias, con paso firme y resuelto. ¡Y me ha asustado el pensar con la velocidad que transcurre el tiempo!. Han renovado muebles, que han cambiado la estética de la casa, pero no han podido borrar su esencia, en cada rincón parece que la sentía. Ahora sé, como gozó en esa casa, y aún me cuesta creer como la vida te va anulando, como te va restando facultades, hasta convertirte en una pequeña criatura que necesita de otros para sobrevivir, y aunque lo tengas todo ¡no te acuerdas de nada!.
Me he asomado al balcón y he visto en la playa a una joven señora que con sus hijos y su madre volvían a casa. Y no he podido evitar que un escalofrío recorriera mi cuerpo y me hiciera pensar, que hace algunos años Ella era esa abuela, activa, dominante, con ideas fijas y mente clara.
¡Y ahora es el pequeño y amoroso pollito! que alimento y cuido con ternura cada mañana.
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