Aunque el titulo parezca una comedia de un acto y prosa, escrita por Rafael Diez de la cortina en 1891, no tiene nada que ver es la realidad de lo que pasó el otro día en Benidorm, de pronto se oyeron unos truenos y en un momento los relampagos invadieron el cielo, y empezó a caer una lluvia con una fuerza increible. Alucinada ante el respeto que suelen darme los relampagos y a la vez la belleza, pues aparecían en el cielo, iluminandolo todo, me propuse hacerles una foto, despues de muchas intentonas conseguí que en una de ellas se viera a la derecha parte del rayo.
Pero lo mas sorprendente fué a la mañana siguiente al despertarme ver como el sol entraba por mi ventana e invadía mi dormitorio borrando cualquier rastro de la noche anterior.
La imagen donde se ven cantidad de rayos no es mía pero es como yo los ví, y la otra que si es la mía es como los vió mi maquina de fotos, pero estoy contenta pues despues de estar una hora detrás de los cristales de tener a mi familia hambrienta esperando la cena, conseguí por lo menos sacar un trocito con ramificaciones y todo. Otro día saldré al exterior echandole un par de narices y seguro que consigo hacerlo mejor.
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